Las obras incluyen multicanchas en El Chiñe y Matancilla, y una plaza de juegos en Barrio Alto, con una inversión total superior a $275 millones financiados por la Subdere.

Durante los últimos días se inauguraron tres proyectos en Canela, financiados por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), a través del Programa de Mejoramiento Urbano y Equipamiento Comunal (PMU). Las obras se realizaron en conjunto con la Subsecretaría de Prevención del Delito, el municipio y comunidades locales.

Estas iniciativas, con una inversión superior a los $275 millones, buscan fortalecer los espacios públicos y mejorar la calidad de vida en sectores rurales.

Bernardo Salinas Maya, jefe de la Unidad Regional Subdere Coquimbo, señaló que “la inversión en los territorios no solo transforma espacios físicos, sino que cambia vidas. Estas obras mejoran la seguridad, fortalecen la convivencia y entregan dignidad a las comunidades”.

El alcalde Waldo Contreras destacó que “los beneficiados son los vecinos y vecinas, que cuidarán esta plaza, esta cancha de pasto sintético y la multicancha de hormigón. Hemos recuperado espacios en desuso y la Subdere ha sido un gran aliado”.

Una de las obras más esperadas fue la cancha de pasto sintético en El Chiñe, con una inversión de $74.974.892. Incluye cierre perimetral, accesibilidad, iluminación y una superficie de 613 m².

Alicia Cortés, presidenta de la Comunidad Agrícola El Chiñe, dijo que “es un gran avance, porque aquí había solo una cancha de tierra. Concretar este proyecto nos permite seguir avanzando con otros”.

En Matancilla, se construyó una multicancha de 1.057 m² con losa de hormigón, por $74.949.182, que reemplazó un sitio eriazo y ahora ofrece un espacio seguro e iluminado para el deporte y la vida comunitaria.

El tercer proyecto fue la Plaza de Juegos de Barrio Alto, con una inversión de $125.870.068. Se transformó un terreno sin uso en un área verde de 565 m² con juegos, mobiliario e iluminación.

María Macaya, dirigenta del sector, señaló: “Estoy feliz porque se concretó un anhelo para nuestros niños y adultos mayores. La comunidad agrícola cedió el terreno y hoy tenemos un lugar hermoso para recrearnos”.